jueves, 4 de julio de 2013

Por las Grutas sagradas de Pedro Pablo Mendez




LA VIDA Y LA NATURALEZA EN LA PINTURA DE
PEDRO MENDEZ GARCIA
Por Danilo Lasosé

         En la pintura de Pedro Méndez García asistimos al encuentro de una simbología que tiene como referencia la vida y la naturaleza en forma orgánica.

         La Creación de una estructura especial que tiene como centro, especies orgánicas que nacen del espíritu del artista identificado con la luz y la atmósfera, con un ritmo pausado que va articulando el lenguaje visual en base a una concepción del cuadro como formulación de la conciencia del pintor que interpreta las formas, las estructuras, la textura y el diseño como una organización arquitectónica de la visualidad como expresión de un universo en permanente transformación.

         El color, las líneas, el dibujo, los contornos y la composición responden a una racionalidad del cuadro como expresión de la vida y de la naturaleza.

         La poesía y la espiritualidad consustanciada con una temática en la cual las especies vegetales brotan de la imaginación creadora del artista que inventa un código pictórico como espectáculo visual que descubre su sentido y su razón de ser, una vitalidad inmanente a la fantasía del artista que interpreta y concibe la pintura como una realidad autónoma que se explica por sí misma, dentro de los límites de su propio lenguaje y de su propia lógica.

         Los tonos, los matices, la armonía interna y el equilibrio interno que existe en los cuadros de Pedro Méndez García, han sido elaborado y concebido como la búsqueda de un estado de conciencia que se expresa en los detalles, los perfiles, las masas cromáticas y en la expresión libre y espontánea del lenguaje plástico como manifestación del alma del pintor enamorado de la vida espiritual del hombre.
El tratamiento sistemático de los elementos cromáticos, de las texturas, el dibujo y la composición, hacen de la obra de este artista una búsqueda investigativa del discurso pictórico, como una aventura del espíritu del pintor que en cada cuadro hace un aporte artístico que demuestra que él posee un inagotable caudal creador por su capacidad para adoptar elementos nuevos en cada cuadro que pinta.

         El rítmo, la melodía interna y las permanentes mutuaciones de las estructuras compositivas, con un fuerte movimiento en la parte exterior de las imágenes, convierten los cuadros de Méndez en una surte de virtuosismo técnico y estético que expresa el talento del pintor en la realización de una obra de gran contenido metafísico y de gran alimento vital.

         La fantasía que se fusiona con las especies orgánicas para continuar expresándose en todos los planos y niveles, hasta conformar el universo pictórico del artista, el cual nos sugestiona por el impacto que produce en nuestra percepción sensorial las imágenes impregnada de poesía, del encanto y del embrujo de la naturaleza como realidad visual de la cual nació la inspiración creadora del creador.

         Podemos decir que la pintura de Pedro Méndez, es el descubrimiento de una sustancia espiritual, fusionada con la naturaleza como reproductor de seres orgánicos que se pierden en los laberintos de una imaginación poblada de mitos y secretos que están ocultos en la zona más recóndita del alma del pintor.

En conclusión: podemos decir que la pintura de Méndez, es una fantasmática de la vida y de la naturaleza como momento de concretación y realización del ser como entidad de la conciencia de artista que produce una obra pictórica para comunicar un mensaje de amor y paz espiritual entre los seres humanos.
Danilo Lasosé
Es miembro de la Asociación Internacional
de Críticos de Artes AICA


































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