PEDRO MENDEZ GARCIA
Por Danilo Lasosé
En
la pintura de Pedro Méndez García asistimos al encuentro de una simbología que
tiene como referencia la vida y la naturaleza en forma orgánica.
El
color, las líneas, el dibujo, los contornos y la composición responden a una
racionalidad del cuadro como expresión de la vida y de la naturaleza.
La
poesía y la espiritualidad consustanciada con una temática en la cual las
especies vegetales brotan de la imaginación creadora del artista que inventa un
código pictórico como espectáculo visual que descubre su sentido y su razón de
ser, una vitalidad inmanente a la fantasía del artista que interpreta y concibe
la pintura como una realidad autónoma que se explica por sí misma, dentro de
los límites de su propio lenguaje y de su propia lógica.
Los
tonos, los matices, la armonía interna y el equilibrio interno que existe en
los cuadros de Pedro Méndez García, han sido elaborado y concebido como la
búsqueda de un estado de conciencia que se expresa en los detalles, los
perfiles, las masas cromáticas y en la expresión libre y espontánea del
lenguaje plástico como manifestación del alma del pintor enamorado de la vida
espiritual del hombre.
El tratamiento
sistemático de los elementos cromáticos, de las texturas, el dibujo y la
composición, hacen de la obra de este artista una búsqueda investigativa del
discurso pictórico, como una aventura del espíritu del pintor que en cada
cuadro hace un aporte artístico que demuestra que él posee un inagotable caudal
creador por su capacidad para adoptar elementos nuevos en cada cuadro que
pinta.
El
rítmo, la melodía interna y las permanentes mutuaciones de las estructuras
compositivas, con un fuerte movimiento en la parte exterior de las imágenes,
convierten los cuadros de Méndez en una surte de virtuosismo técnico y estético
que expresa el talento del pintor en la realización de una obra de gran
contenido metafísico y de gran alimento vital.
La
fantasía que se fusiona con las especies orgánicas para continuar expresándose
en todos los planos y niveles, hasta conformar el universo pictórico del
artista, el cual nos sugestiona por el impacto que produce en nuestra
percepción sensorial las imágenes impregnada de poesía, del encanto y del
embrujo de la naturaleza como realidad visual de la cual nació la inspiración
creadora del creador.
Podemos
decir que la pintura de Pedro Méndez, es el descubrimiento de una sustancia
espiritual, fusionada con la naturaleza como reproductor de seres orgánicos que
se pierden en los laberintos de una imaginación poblada de mitos y secretos que
están ocultos en la zona más recóndita del alma del pintor.
En conclusión:
podemos decir que la pintura de Méndez, es una fantasmática de la vida y de la
naturaleza como momento de concretación y realización del ser como entidad de
la conciencia de artista que produce una obra pictórica para comunicar un
mensaje de amor y paz espiritual entre los seres humanos.
Danilo Lasosé
Es miembro de la Asociación Internacional
de Críticos de Artes AICA
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